“Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada”. (Hageo 1:2 RVR1960).
¡Dos capítulos! Hageo solo tiene dos capítulos, y en tan solo dos capítulos hay un mensaje tan poderoso que despertó al pueblo de Dios.
No es tiempo, decía el pueblo; el templo estaba destruido, muchos habían reconstruido sus casas, y vivían cómodamente, pero el templo estaba destruido y solo se limitaban a decir “no es tiempo aún”.
Habían invertido las prioridades, primero lo material y después lo espiritual, sin entender que al hacerlo de esta manera se perjudicaban a sí mismos.
“Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no se sienten satisfechos; beben, pero se quedan con sed; se abrigan, pero no entran en calor; y el que trabaja a jornal, echa su salario en saco roto”. (Hageo 1:6 DHHDK).
¿Por qué les pasaba eso? ¿Acaso Dios los castigaba?
¡Nooo!, era porque violaban los principios espirituales, si buscas PRIMERAMENTE el reino de Dios y su justicia, ¡LO DEMÁS ES AÑADIDO!
¡¿Cuántas veces no vemos fruto de nuestro trabajo?! Y no hablo del diezmo (aunque es parte, pero no todo) hablo de reconstruir el templo, nuestro templo, la parte espiritual de nuestra vida, nos preparamos en la parte profesional, nos organizamos en el área laboral, hacemos planes y estrategias en los negocios pero nuestro templo está destruido, Él área espiritual de nuestra vida está en ruinas y decimos: “ no es tiempo” ya que termine la carrera, ya que termine la maestría, ya que arranque el negocio bien, y de esta manera transcurre el tiempo y descuidamos nuestro templo sin entender que solo nos hacemos daño a nosotros mismos.
¡ A PARTIR DE HOY !
Cuando decides reconstruir tu templo, Dios te hace una promesa:
“Pues bien, fíjense ustedes en que a partir de hoy no faltará el grano en el granero. Aún no ha dado fruto la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el olivo; pero a partir de hoy, yo los bendeciré”. (Hageo 2:19 DHHDK).
Con la bendición de Dios todo cambia, hay fruto de tu esfuerzo, y lo más importante tu relación con Dios estará fuerte, tendrás paz en tu corazón, caminarás con seguridad porque sabes que no estás solo.
Bendiciones,
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