“Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.” Salmos 52:8 RVR1960
¡Así me siento! Como un olivo verde, lleno de fruto, no me siento marchito ni seco, abundó en frutos, estoy vigoroso; no estoy en decadencia, sino en mis ¡mejores años!
Estos fueron los pensamientos de David a pesar que estaba pasando por una situación bastante difícil. Saul lo estaba persiguiendo, estaba cansado, con hambre, sin recursos, Saúl acababa de matar más de ochenta sacerdotes porque ayudaron a David, realmente no se veía como olivo verde; pero David se veía así mismo como un ¡olivo verde!
David siempre estuvo consciente de quién era, tenía su autoestima hasta el cielo, porque sabía quién era delante de Dios.
Y ¿por qué no tener el autoestima hasta el cielo? Si ESTAMOS SENTADOS EN ¡LUGARES CELESTIALES!
-¿Por qué no tener el autoestima hasta el cielo? Si ¡TENGO LA MENTE DE CRISTO!
-¿Por qué no tener el autoestima hasta el cielo? Si, ¡DIOS ESTA CONMIGO, Y NADA ME PUEDE DETENER!
Por eso digo:
"Voy derecho y no me quito, si me pegan me desquito!😉
¡Esta es una semana de victoria mis verdes olivos !
¡Bendiciones!
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