“Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada". (Jeremías 6:8 RVR1960).
De ninguna manera quiero hacer una publicación de condenación, porque el mensaje de la Cruz no es de condenación sino de salvación y esperanza.
Pero... también es verdad que el propósito de la enseñanza bíblica es que corrijamos nuestra conducta, no podemos seguir cometiendo los mismos errores y esperar que nuestra vida mejore, la mayoría de los problemas que tenemos es por conductas inadecuadas.
La oración de David era:
-“¿Quién podrá entender sus propios errores? -"Líbrame de los que me son ocultos.” (Salmos 19:12 RVR1960).
"Líbrame de los que me son ocultos", no puedo vivir de acuerdo a los parámetros o criterio de los demás, es el Espíritu Santo el que nos va revelando esos errores ocultos que tenemos y necesitamos corregir.
Lo que me corresponde es estar siempre dispuesto a corregir mis errores y cada día ser mejor.
Bendiciones.
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