“Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para exterminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas". (Jeremías 9:21 RVR1960).
No me considero alarmista, ni me gusta hablar del diablo, pero hay una realidad, nuestros niños y jóvenes son el blanco de ataques; son asesinados, reclutados para el narcotráfico, adoctrinados para que vean como algo “normal” la violencia, la droga, la homosexualidad y a lo malo se le llama bueno y lo bueno se llama malo.
¿De quién es la responsabilidad de cuidar a nuestros niños?
Tomemos nuestra responsabilidad, dejemos a un lado la pereza y hagamos lo necesario para enseñar educar e instruir a nuestros hijos, oremos cada día por ellos y no permitamos que sean víctimas del sistema.
Bendiciones.
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