“Como has confiado en mí, te daré tu vida como recompensa; te rescataré y te mantendré seguro. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!’”. (Jeremías 39:18 NTV).
Estas palabras se las dijo al Etíope que abogó por Jeremías cuando lo tenían preso en una cisterna; Ebed-melec recibió recompensa de su acción, reconocía que Jeremías hablaba de parte de Dios, a pesar de que era Etíope y no era judío, tenía un corazón sensible y dispuesto a hacer lo correcto.
Todo lo que hacemos tiene consecuencias, lo bueno y lo malo, cuando nos esforzamos por hacer lo correcto, en su momento seremos recompensados y al final veremos que es más remunerativo hacer el bien.
Por eso dice la Palabra:
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. (Gálatas 6:9 RVR1960).
No te canses de hacer el bien, quizá pienses que no se lo merecen, que te pagan mal por bien, que no te corresponden al bien que les haces, pero... no haces el bien para que las personas te correspondan, sino porque esa es tu esencia, es tu naturaleza y la recompensa vendrá de Dios, así es que no te canses, continua haciendo lo correcto.
Bendiciones.
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