“Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia”. (Daniel 4:37 RVR1960).
Esta historia me encanta, y quiero resaltar tres puntos:
1. Daniel dice lo que tiene que decir. No le dio miedo decir el significado del sueño, no maquillo la verdad, le dijo al rey las cosas como son. ¿Cuántas veces callamos por temor y tratamos de adornar la verdad. (tampoco vamos a ser groseros, con el pretexto de decir la verdad) debemos de ser valientes para hablar de la Palabra.
2. No hay un lugar intocable. Por más dinero que se tenga, aún los más poderosos han caído. No podemos nunca jactarnos o decir: "miren todo lo que he logrado". La abundancia de algo también puede enloquecer; siempre debemos doblar nuestras rodillas en cada victoria lograda y ofrecer nuestras coronas al Señor.
3. Todo es temporal. Tanto el sufrimiento como las riquezas, todo se acaba, un día podemos estar abajo y al otro día en la cima o viceversa. Aquel que nos sirve puede estar arriba de nosotros el día de mañana. Por esta razón no te deprimas si ahorita estás abajo, y si estás arriba, no seas altivo, porque de ahí puedes caer, demos gloria a Dios cualquiera que sea nuestra situación, recuerda: TODO ES TEMPORAL
Bendiciones.
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