“El deseo de mi alma es buscarte. El espíritu dentro de mí madruga a encontrarte. Porque cuando tu castigo llegue al mundo, los seres humanos aprenderán a vivir con justicia.” Isaías 26:9 PDT
Puedo decir como el profeta: "Ese es mi deseo", lo busco no porque Él esté perdido, yo soy el perdido, porque hay ocasiones que pierdo la brújula, no sé si voy o vengo, si tengo que bajar o subir, pero cada día doblo mis rodillas para buscar la dirección de Dios.
Hablo en forma personal, porque cada quien puede tener una experiencia diferente. Lo que me cuesta más trabajo no es hacer lo correcto, sino saber qué es lo correcto, una vez que lo entiendo sería más difícil no hacerlo.
Hay una historia en cada uno de nosotros, que nadie conoce, solo nosotros, hay una relación con el Padre que nadie conoce, solo nosotros, y es esa relación, la que nos guía y nos enseña a encontrar el camino correcto.
De ahí la importancia de leer la Palabra todos los días, orar, reunirnos y estar atentos a la guianza del Espíritu Santo. Esto es buscar a Dios.
Nadie conoce tu corazón, solo tú Padre celestial, por eso nadie te puede decir qué hacer, es una relación personal con Dios, por eso, ¡EL DESEO DE MI ALMA ES BUSCARTE!
Bendiciones.
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