El Señor me ha instruido para que yo consuele a los cansados con palabras de aliento. Todas las mañanas me hace estar atento para que escuche dócilmente. Isaías 50:4 DHHDK
Así como Isaías recibió esta Palabra, anhelo tener este llamado, siempre una palabra de aliento, siempre una palabra de animo.
Solo toma un segundo herir, en un momento podemos desmoronar los sueños e ilusiones de los que nos rodean, pero Dios nos ha llamado a edificar, no a destruir.
Muchas veces nuestra propia miseria, sedientos de reconocimiento, no permite ver que humillamos a los demás con el afán de inflar nuestro ego.
El deseo de mi corazón es animar, edificar, no ser popular, no pretendo tener seguidores, solo deseo compartir esas reflexiones que tengo en mis devocionales y si alguien es animado, pues Gloria a Dios!!
Mi anhelo sin mayor pretensión es animar.
Bendiciones
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