“»Así que voy a seducirla, la llevaré al desierto y allí le hablaré a su corazón”. (Oseas 2:14 PDT).
Me encanta esto, ¡VOY A SEDUCIRLA!
Esto es hacer lo necesario para enamorarnos, que nuestro mayor deseo sea estar con Él que escuchemos embelesados su Palabra, que aprovechemos cada oportunidad para disfrutar de su presencia.
LA LLEVARÉ AL DESIERTO.
El desierto no es un castigo, no es para que sufras, sino para que nada te distraiga, que puedas refugiarte en sus brazos, para que sientas su amor y cuidado.
HABLARÉ A SU CORAZÓN.
Nadie te conoce como el Señor, conoce tus miedos, tus limitaciones y tus perversiones, y aún así te ama, no necesitas fingir delante de Dios, Él lo sabe todo y así te ama y quiere tener una relación contigo.
Cuando conozcas el gran amor de Dios, nunca más sentirás soledad, ni te sentirás desprotegido(a) porque sabes que Dios cuida de ti.
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