“Después dijo a los discípulos: —¿Qué pasó con su fe? Pero ellos, asustados y admirados, se preguntaban unos a otros: —¿Quién será éste, que da órdenes al viento y al agua, y lo obedecen?” (San Lucas 8:25 DHHDK).
Que fácil es tener fe cuando todo marcha bien, cuando tienes salud, una cuenta en el banco, familia estable, un buen trabajo en fin cuando todo está bien, es fácil tener fe.
Jesús les había dicho que irían al otro lado, es importante entender que cuando Jesús dice algo, siempre lo cumple, las promesas de Dios son firmes, podemos apoyarnos en una promesa de Dios, sin embargo cuando se desató la tormenta, los discípulos, estaban aterrados, temblando de miedo, clamaron a Jesús, y les pregunto:
¿QUÉ PASÓ CON SU FE ?
Era el momento oportuno para usarlo, está lloviendo, estás empapado, te pregunto ¿qué pasó con tu paraguas?
Cada necesidad es una oportunidad para ver la mano de Dios, cada situación difícil es el momento oportuno para utilizar nuestra fe.
La fe es un músculo espiritual que podemos ejercitar y fortalecer, y conforme la usamos vamos aprendiendo a creer y cada vez seremos más capaces de atravesar por situaciones difíciles sin vivir aterrados; hay una promesa para cada situación difícil, es importante que conozcas esa promesa y te aferres a ella.
¿Estás pasando por situaciones difíciles?
Busca una promesa de Dios, ora conforme a esa promesa, créelo con todo tu corazón y espera ver que todo se alinea.
Bendiciones,
Eliphelet Rubio.
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