“Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate". (S. Lucas 8:54 RVR1960).
Solamente basta una Palabra para que todo cambie, cuando Jesús habla la tierra se estremece, el mar se aquieta, Lázaro resucita y la hija de Jairo ¡se levanta!
Di tu Palabra, esa es mi oración constante, cuando tengo una necesidad, dobló mis rodillas y le digo a Jesús: Di tu Palabra, cuando voy a ministrar es mi oración, danos una Palabra, porque sé que una Palabra de Dios todo lo cambia.
Cada día pídele a Dios Palabra, no te salgas de tu casa sin una Palabra, y deja que esa Palabra vaya permeando en tu corazón durante el día.
Dice Jesús que sus ovejas oyen su voz, el problema es que en ocasiones sus ovejas están muy ocupadas y atareadas, y no ponemos atención, pero si escuchan atentamente, podrás experimentar la dulce voz de tu Pastor.
Bendiciones.
Eliphelet Rubio.
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